The Journal | Dentro de la guerra cultural de Irlanda contra el género (traducción)
The Journal analiza por qué las narrativas anti-trans han aterrizado en Irlanda a pesar de la abrumadora aceptación de los hombres y mujeres trans por parte de la población irlandesa.
EN JUNIO, SEMANAS antes de que comenzara la temporada anual de tonterías en los medios de comunicación del Reino Unido, informaron sobre una historia extraña que parecía el tipo de primicia que normalmente se ve durante las largas y áridas semanas de agosto.
Al parecer, había estallado una controversia en un aula del colegio Rye en East Sussex, registrada en un video secreto publicado en TikTok.
La grabación encubierta pretendía contener imágenes de dos alumnas adolescentes diciéndole a otra niña que no podía identificarse como un gato; antes de que su maestra las llamara "despreciables" por no respetar la preferencia de la niña.
“Si no te gusta, tienes que ir a otra escuela”, supuestamente dijo la maestra.
La historia fue aprovechada por medios como The Sun, el Daily Telegraph y el Daily Mail, y pronto se les consultó al primer ministro Rishi Sunak y al líder laborista Keir Starmer sobre el incidente.
La ministra de Mujeres e Igualdad, Kemi Badenoch, incluso exigió que se investigara la escuela por los supuestos comentarios de la profesora, a pesar de que el Colegio Rye emitió un comunicado diciendo que ninguno de sus alumnos se identificaba “como un gato o cualquier otro animal”.
El frenesí finalmente se calmó cuando quedó claro que todo el incidente era un engaño, pero los activistas de DD.HH. advirtieron que el daño ya estaba hecho.
“Se trata en gran medida de un intento por desacreditar a los jóvenes que son trans”, dijo a The Guardian Natasha Devon, una defensora de la juventud trans.
Para cualquiera que preste atención en Irlanda, la controversia pudo haberle sonado familiar.
En enero de este año, una escuela en el oeste de Cork se vio obligada a emitir un comunicado desmintiendo una nota de voz viral de WhatsApp en la que se afirmaba que una alumna de bachillerato se “identificaba como un gato” y que le había maullado a un maestro, quien le ladró en respuesta.
El origen de la historia parece provenir de informes similares en los EE. UU. en enero de 2022, cuando los medios conservadores comenzaron a informar sobre el caso de una maestra suplente en California llamada Bridget Maas, quien dijo que había sido despedida porque no "maullaba" a una estudiante que, según se afirmó, se identificó como un gato.
Maas hizo el reclamo sobre la estudiante en un video de TikTok, en el que no dijo que fue despedida, y tampoco se encontró ninguna evidencia para respaldar sus afirmaciones de lo sucedido.
La misma semana, el superintendente de una escuela en el estado de Michigan desmintió coincidentemente una afirmación similar de que la escuela estaba dispuesta a poner cajas de arena en los baños para los estudiantes que se identificaban como gatos.
Varias versiones de esa afirmación comenzaron a surgir en Estados Unidos en los meses siguientes y fueron repetidas por múltiples políticos allí.
Ésta historia es uno de los ejemplos más destacados de información falsa diseñada para socavar a las personas trans y su identidad de género: el sentido personal del propio género que puede diferir del sexo que se le asigna al nacer.
Este tipo de historias están apareciendo con mayor frecuencia en las redes sociales y en los medios de comunicación junto con ‘preocupaciones’ sobre las personas transgénero, tanto en Irlanda como en el extranjero.
Durante los últimos 18 meses, la atención en las personas transgénero ha motivado a ciertos grupos de personas para crear una división al respecto, a la que se han aferrado principalmente los grupos conservadores, pero también algunos liberales.
Al igual que con otras formas de desinformación, personas inescrupulosas se han aprovechado de la falta de conocimiento del público, esta vez sobre temas trans y la cultura queer en general, y han tratado de llenarla con narrativas que defienden normas heteronormativas [1] .
Las personas trans todavía no son muy bien comprendidas como grupo y su presencia en la sociedad sólo se reconoce lentamente. Muchas personas todavía se están poniendo al día con la terminología sobre género y los problemas que afectan a las personas transgénero.
Si bien llevará tiempo para que todos se sumen y que las discusiones se normalicen, existe el riesgo de que las narrativas persistentes de desinformación puedan llenar los vacíos de conocimiento antes de que esto suceda.
Ya se ha demostrado que esas narrativas se basan en miedos innatos como la supuesta protección de los niños, y se han apoyado en fuentes de repugnancia moral como la deshonestidad o el engaño, para representar injustamente a las personas trans como una comunidad cuya desviación amenaza con destruir el tejido de la sociedad.
Pero a diferencia de la mayoría de las otras formas de desinformación, muchas de las narrativas falsas sobre las personas trans no son tan obvias ni son falsedades descaradas que se pueden refutar inmediatamente.
En cambio, tienden a presentarse bajo la apariencia de episodios que crean una sensación de pánico moral, que a menudo surgen de preguntas sobre personas trans específicas y de alto perfil que se usan como ejemplos de lo que podría suceder si la identidad de género se acepta más ampliamente en la sociedad.
Detrás del drama, ésta desinformación se está extendiendo a un movimiento más amplio contra la comunidad trans, con nuevas falsedades que comienzan a acumularse en base a narrativas de mala fe sobre otros miembros de la comunidad LGBTQ+.
Trasfondo de discriminación
Aunque pueda parecer un fenómeno relativamente nuevo, la difamación de las personas transgénero es, lamentablemente, sólo lo último de una larga lista de ataques contra un sector de la comunidad LGBTQ+ de Irlanda.
Las actitudes sociales han evolucionado significativamente desde el asesinato de Declan Flynn en el parque Fairview de Dublín en 1982, que fue visto como un momento decisivo que catalizó tanto el movimiento del Orgullo Gay como el apoyo a los derechos de los homosexuales en Irlanda.
Una encuesta representativa dirigida por el Gobierno sobre actitudes hacia la diversidad, publicada en junio de este año, reveló que el irlandés promedio tiene actitudes abrumadoramente positivas hacia las personas homosexuales y trans.
Encontró que casi nueve de cada diez personas se sentirían cómodas viviendo cerca de hombres o mujeres homosexuales, y ocho de cada diez dijeron que se sentirían cómodas viviendo cerca de un hombre o mujer trans.
Y, sin embargo, las agresiones verbales y físicas contra las personas LGBTQ siguen teniendo una desagradable presencia en la vida irlandesa a pesar de la encuesta y de las medidas progresistas como el referéndum sobre el matrimonio igualitario y la aprobación de la Ley de Reconocimiento de Género en 2015.
Una encuesta de 2020 realizada por la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE) encontró que el 11% de las personas LGBTQ en Irlanda habían denunciado algún tipo de discriminación ante un organismo de igualdad u otra organización.
Más crudamente, el año pasado se produjeron brutales asesinatos por separado de otros dos hombres homosexuales en Sligo, cuatro décadas después de que Declan Flynn fuera asesinado a golpes en Fairview.
A raíz de esos asesinatos, James O'Hagan de la organización LGBT Ireland comentó que ha habido un aumento notable de la homofobia en los últimos años.
“Dentro de la comunidad LGBTQ, somos conscientes de esta tendencia, de este aumento en la actividad homofóbica en los últimos años y ha sido solo el trasfondo de lo que hemos estado experimentando”, dijo.
El Taoiseach (Primer Ministro) Leo Varadkar, que también es gay, expresó su preocupación por los asesinatos en aquel momento, y esta semana destacó un aumento en la discriminación contra los homosexuales. También sugirió que podría estar relacionado con ataques a las personas trans y a la identidad de género.
"La homofobia se ha vuelto un poco más aceptable otra vez, no estoy seguro de por qué", dijo al podcast Ciara Phelan del Irish Examiner.
"Creo que el debate sobre cuestiones trans podría ser parte de eso, se ha convertido en una puerta de entrada para que algunas personas vuelvan a ser homofóbicas".
Las estadísticas oficiales parecen confirmar la afirmación de Varadkar sobre un aumento de la homofobia.
Los datos de Garda [2] publicados este año muestran que hubo 135 casos registrados de delitos de odio contra personas en función de su orientación sexual el año pasado, casi el doble que en 2021.
Sin embargo, la sugerencia de Varadkar de que la transfobia ha sido una "puerta de entrada" a la homofobia podría ser incorrecta. De hecho, podría ser todo lo contrario.
No hay forma de cuantificar la discriminación contra las personas trans de la misma manera que la hay con las personas homosexuales en Irlanda, porque las estadísticas de Garda no desglosan si los delitos de odio se han dirigido específicamente a las personas transgénero en un año determinado.
Las estadísticas muestran un aumento en los delitos de odio que se clasifican como motivados por el género, con 25 incidentes de este tipo registrados el año pasado en comparación con 17 en 2021.
Pero un portavoz de Garda aclaró que si bien la etiqueta incluye delitos contra personas trans e intersexuales, también incluye aquellos motivados por el odio hacia hombres y mujeres cisgénero, por lo que es difícil saber qué grupo, si es que hubo alguno, fue responsable del aumento.
En otra medición realizada se notó un marcado aumento en las discusiones sobre las personas trans en los medios de comunicación irlandeses y en redes sociales durante el último año.
Esto se debe en parte a eventos específicos que salieron en las noticias, como el caso legal de Enoch Burke contra la Escuela del Hospital de Wilson, así como a un mayor conocimiento de las personas trans en la sociedad en general.
Si bien no todas estas discusiones han sido negativas, muchas han dado lugar a temas transfóbicos y narrativas de desinformación sobre las personas trans que se han repetido como loros.
Durante las últimas semanas, The Journal ha analizado publicaciones de cuentas en redes sociales y grupos de chat con sede en Irlanda, donde abundan las publicaciones llenas de odio contra las comunidades gay y trans.
La retórica de odio sobre la comunidad LGBTQ es una característica habitual en las páginas de Facebook con sede en Irlanda y en los canales de la aplicación de mensajería de Telegram que se formaron originalmente para protestar contra las medidas del Covid-19.
A medida que se levantaron las restricciones del Covid-19 y la sociedad volvió a la normalidad, esos grupos se enfocaron en otros temas, como los solicitantes de asilo, el cambio climático y las personas LGBTQ.
Un estudio acerca de las conspiraciones surgidas en Irlanda y los grupos de extrema derecha en Telegram encontró que las discusiones sobre las personas trans en particular, se han intensificado desde mediados del año pasado.
Los mensajes sobre las personas trans y la identidad de género ahora son algo cotidiano en muchos de estos grupos, pero se mencionaban solo un par de veces por semana en abril de 2022.
Antes de eso, los grupos tendían a centrarse más en las personas homosexuales (lo que todavía hacen pero con menor frecuencia), hasta que las discusiones sobre las personas trans e identidad de género las reemplazaron gradualmente.
Del mismo modo, un análisis de 150 páginas irlandesas de extrema derecha, orientadas a la conspiración y de tendencia conservadora en Facebook usando la aplicación CrowdTangle encontró que esos grupos han compartido más publicaciones sobre personas trans desde octubre de 2022 que lo que hicieron entre marzo de 2020 y septiembre de 2022.
La cantidad de interacciones en esas publicaciones, que indican los niveles de participación de los seguidores de esas páginas, también ha aumentado significativamente en ese tiempo.
Y en esas 150 páginas, las publicaciones sobre identidad de género han aumentado en número, con una cuadruplicación de las interacciones en los últimos 12 meses, en comparación con el período de dos años entre agosto de 2020 y agosto de 2022.
En contraste, las publicaciones sobre personas homosexuales y la comunidad LGBTQ en general en esas 150 páginas se compartieron con mayor frecuencia y recibieron significativamente más interacciones de los usuarios entre marzo de 2020 y septiembre de 2022.
Aunque en los últimos 12 meses se han publicado cientos de publicaciones con decenas de miles de interacciones sobre las personas homosexuales y la comunidad LGBTQ, el aumento de esas publicaciones e interacciones no ha sido tan significativo como el que se ha producido con las personas trans.
Movimiento de conspiración internacional
La Dra. Eileen Culloty, profesora asistente en la Escuela de Comunicaciones del Dublin City University (DCU, Universidad de Dublin) y especialista en desinformación, explica que estos grupos se dirigen a las personas trans como si fueran parte de una conspiración más grande que se enfoca en los niños.
“Los derechos de las personas trans ahora están atrapados en una teoría de la conspiración internacional que etiqueta a los no conservadores, ya sean medios de comunicación, élites políticas, personas trans o administradores públicos, como cómplices de exponer a los niños a los depredadores sexuales”, le dice a The Journal.
La conspiración a menudo repite viejas falsedades sobre las personas homosexuales: que son depredadores sexuales, que están adoctrinando o haciendo grooming [3] a los niños, o que un oscuro movimiento liberal está obligando a la sociedad a aceptar los valores LGBT, haciendo también las mismas afirmaciones sobre las personas trans.
Irlanda no está sola en esto.
El Observatorio Europeo de Medios Digitales (EDMO), un grupo de monitoreo de noticias falsas del cual The Journal es miembro, identificó recientemente las cinco narrativas de desinformación anti-LGBTQ+ más comunes en todo el continente.
En un informe sobre desinformación anti-LGBTQ publicado en mayo [4] , el grupo dijo que estas narrativas eran:
- Afirmaciones o sugerencias de que las personas trans tienen enfermedades mentales;
- Afirmaciones o sugerencias de que las personas trans son pedófilas o sexualmente violentas;
- Afirmaciones o sugerencias de que las personas trans son miembros violentos y peligrosos de la sociedad;
- Afirmaciones o sugerencias de que las personas trans buscan obtener un trato preferencial en los deportes;
- Una conspiración general de que las personas están siendo adoctrinadas en la "filosofía" LGBTQ+ como parte de una imposición forzada de valores inclusivos por parte de gobiernos democráticos y grupos civiles.
EDMO dijo que estas narrativas son parte de una campaña que se ha vuelto “cada vez más engañosa” con el tiempo, y que se ha inspirado en acontecimientos políticos en todo el continente, como las nuevas leyes y un crecimiento de los movimientos de conspiración antigubernamentales que ganaron impulso durante la pandemia.
“Muchas parecen surgir de temas de actualidad (como la aprobación de leyes en países concretos, como ocurrió con la reciente aprobación de la llamada 'Ley Trans' en España), otras se basan en teorías de conspiración", señala el informe de mayo de EDMO.
Sin embargo, Aoife Gallagher, investigadora del grupo de expertos sobre contraextremismo Institute for Strategic Dialogue (ISD, Instituto de Diálogo Estratégico), explica cómo los grupos anti-trans en Irlanda han sido influenciados por el Reino Unido y los Estados Unidos en particular.
“El Reino Unido fue el punto de partida de muchos discursos anti trans, ya que fue muy central para el movimiento crítico de género”, señala.
El movimiento "crítico de género" es un pequeño subconjunto de ideólogas feministas conocidas como "feministas radicales trans excluyentes" (conocidas como TERF), que son muy activas en línea y que han recibido el apoyo generalizado de la autora de Harry Potter, JK Rowling, y del escritor Graham Linehan.
Estos grupos han creado con éxito una brecha en los derechos de las personas trans al plantear preguntas sobre la terminología (jugando con la narrativa de desinformación de la "filosofía trans" identificada por EDMO), sobre el acceso de las mujeres trans a los espacios femeninos (que se alinea con la narrativa de la "desviación sexual" ) y sobre competir en eventos deportivos femeninos (toda una narrativa desinformativa propia).
También han ganado fuerza al criticar la Ley de Reconocimiento de Género del Reino Unido, que permite a las personas cambiar legalmente su género, una táctica replicada por grupos similares en Irlanda.
El gobierno conservador, electo en 2020, también ha fortalecido al movimiento anti-trans al crear políticas que se alinean con los argumentos de las TERF, inclyendo la clasificación de los presos según sus genitales, la recomendación a los organismos deportivos de que el deporte femenino debe reservarse para quienes "nacen" del sexo femenino” y la intención de abandonar los planes de prohibir la terapia de conversión para las personas trans.
Cuando se trata de los EE. UU., Gallagher destaca que gran parte del movimiento anti-trans se basa en una guerra cultural creada por grupos conservadores, con los que el Partido Republicano se ha alineado cada vez más en las últimas décadas.
“Gran parte proviene de la derecha cristiana fundamentalista, que se centró en atacar a las personas trans después de que se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo”, dice.
“Fueron centrales en promover la idea de que las personas trans que acceden a los baños de acuerdo con su identidad de género aumentarían las agresiones sexuales, una afirmación sin pruebas que la respalden”.
El Partido Republicano tuvo un éxito inicial al crear un tema de división sobre la equidad de las personas trans que compiten en los deportes femeninos, algo que dio sus frutos en abril cuando los republicanos aprobaron un proyecto de ley que impedía la participación de las niñas trans en los programas deportivos femeninos de las escuelas.
El problema es complejo, porque es algo que las organizaciones deportivas tienen que abordar teniendo en cuenta la preocupación por el bienestar de los competidores y la integridad de sus competencias.
Sin embargo, a menudo el tema se presenta de tal manera que aprovecha otros argumentos anti-trans, como los temores sobre la “desaparición” de las mujeres o de la santidad de los espacios de las mujeres (donde se afirma que las mujeres trans serán libres de agredir sexualmente a las mujeres cis).
Las discusiones sobre el tema también pueden tergiversar el problema al afirmar que los atletas trans son más competitivos de lo que son, únicamente porque una persona ganó un evento, ignorando a todos los demás atletas trans que no son tan competitivos.
(Esto también se ha desarrollado diferente en Irlanda, donde el año pasado la IRFU (La Unión de Rugby Fútbol de Irlanda) prohibió a las mujeres trans participar en competiciones de rugby femenino, a pesar de que solo hay dos jugadoras trans registradas).
Un estudio muy citado de Joanna Harper de la Universidad de Loughborough, publicado en 2021, también sugirió que las mujeres que han hecho la transición no reciben ventajas competitivas significativas frente a las que no lo han hecho en las competiciones deportivas.
Por supuesto, la investigación de Harper es solo un estudio y todavía no hay consenso sobre el tema de las competidoras trans en el campo de las ciencias del deporte, donde se requiere más investigación para llegar a un acuerdo sobre sus hallazgos.
A pesar de esta falta de consenso ya sea a favor o en contra, y de la pequeña cantidad de atletas trans que supuestamente afectan la integridad de cualquier competencia, los miembros del Partido Republicano continúan utilizando el tema deportivo y están girando hacia otros temas trans antes de las elecciones primarias y presidenciales del próximo año, algunos plantean preguntas sobre el significado de la identidad de género o piden boicotear las marcas de productos que contratan a personas trans como figuras publicitarias.
Las legislaturas republicanas también han tratado de aprobar leyes que restrinjan los derechos de las personas trans a un ritmo alarmante este año.
El éxito relativo ha sido posible en parte por el movimiento de extrema derecha QAnon, que ha ayudado a crear una súper conspiración de que la explotación sexual generalizada de niños ha sido dirigida por celebridades y élites políticas liberales.
Aunque EDMO ha identificado tendencias similares en los argumentos sobre la desinformación anti trans en toda Europa, Gallagher sugiere que el movimiento en Irlanda está particularmente bajo la influencia de otros países anglófonos.
“Los problemas y la retórica de los movimientos anti trans tanto en los EE. UU. como en el Reino Unido se han fusionado y unido y durante el último año comenzó a hacerse evidente aquí en Irlanda”.
Los políticos ‘explotan a las personas trans’
Y al igual que los políticos de esos países, algunos diputados y senadores de Irlanda han adoptado con entusiasmo los argumentos y las narrativas de los grupos anti-trans para su propio beneficio.
"Hay políticos que ven ventajas para sí mismos en explotar a las personas trans", dice Eileen Culloty de DCU (Universidad de Dublin City).
“No es tan fuerte en Irlanda [como en el Reino Unido y EE. UU.], pero en general podemos suponer que lo que sucede en el extranjero se manifestará aquí de alguna manera”.
La retórica y los puntos de vista anti-trans ya se están adoptando en los discursos de los políticos y en las historias que aparecen en los medios de comunicación.
Los aspectos políticos y mediáticos suelen ser simbióticos y cíclicos: los políticos irlandeses han adoptado posturas anti-trans que obtienen cobertura mediática, lo que a su vez puede haber influenciado a otros políticos a adoptar posturas anti-trans, que a su vez obtienen cobertura mediática, y así sucesivamente.
Esto ha tenido el efecto de hacer que las preocupaciones anti-trans parezcan un problema moral legítimo que la sociedad debe enfrentar, en lugar de una perspectiva marginal discriminatoria; también ha ignorado el hecho de que la sociedad irlandesa es en gran medida acogedora y despreocupada por las personas trans.
En este sentido, los derechos de las personas trans contrastan con otros temas sociales en la política irlandesa, en donde la tendencia ha sido que los políticos adopten puntos de vista más liberales sobre los derechos humanos y la provisión de atención médica a medida que pasa el tiempo, y no al revés.
Hace ocho años, la aprobación de la Ley de Reconocimiento de Género, que consagró la capacidad de una persona para convertir su género en ley, fue celebrada casi universalmente.
En los debates de Dáil (Cámara Baja) y Seanad (Cámara Alta), hubo apoyo de todos los partidos para el proyecto de ley que se convirtió en ley en 2015, prácticamente ninguna columna en los medios irlandeses ese año criticó su aprobación por el Oireachtas (Parlamento) o advirtió que las personas trans podrían dañar a los niños.
De hecho, los opositores al proyecto de ley argumentaron lo contrario: que la nueva legislación no fue demasiado lejos porque no permitió que los jóvenes de 16 y 17 años también se identificaran como trans.
Ahora, sin embargo, numerosos diputados y senadores han comenzado a repetir como loros desinformación anti-trans en el Oireachtas (Parlamento), o han buscado posicionarse dentro de espacios conservadores que probablemente atraerán a aquellos que creen que las personas trans no deberían tener los mismos derechos que otros miembros de la sociedad.
Sólo hacia el final del último mandato político, los diputados debatieron sobre colocar a las mujeres trans en prisiones femeninas; la necesidad de que los organismos deportivos tengan políticas sobre en qué categorías pueden competir las personas transgénero; la cantidad de géneros que hay bajo la ley irlandesa y la enseñanza de cuestiones de género a los niños, en el Dáil (Cámara Baja).
En un discurso parlamentario en junio, el diputado del distrito de Kerry, Danny Healy-Rae también afirmó que las discusiones sobre permitir que los niños hicieran la transición y que se planeara un "cambio de enfoque" en los eventos del Orgullo Gay hacia el Orgullo Trans mostraban "la influencia del movimiento transgénero en los menores y las posibles conexiones con la defensa de la pedofilia".
Posteriormente, Healy-Rae se disculpó por sus comentarios en Radio Kerry después de que se lo pidiera el ministro de Integración, Roderic O'Gorman. Sin embargo, sus comentarios permanecen en el registro de Dáil (Cámara Baja) en la actualidad. Todas estas contribuciones del Oireachtas (Parlamento) presentan aspectos de las cinco narrativas identificadas por EDMO, y han tenido el efecto de normalizarlas.
Los medios amplifican la desinformación
Los medios de comunicación irlandeses amplificaron de manera similar la desinformación anti-trans y los mensajes sobre la identidad de género que aparecen en los grupos de redes sociales de la extrema derecha antes de que aparezcan en los periódicos nacionales o en la radio nacional.
Durante el último año, los medios de comunicación se han centrado cada vez más en las personas trans y en los intentos de crear un debate sobre cuestiones de género.
Daire Dempsey, del grupo de defensa Transgender Equality Network Ireland (TENI), advierte que la cobertura de temas de género en los medios de comunicación en Irlanda imita una tendencia vista en el Reino Unido, donde la prensa ayudó a fabricar un debate sobre las personas trans a pesar de que anteriormente no había interés por uno.
“Creo que somos vulnerables a eso aquí, porque la gran mayoría de los irlandeses no tienen problemas con las personas trans, pero los medios de comunicación aquí son muy similares a los del Reino Unido”, dice Dempsey.
“Irlanda ha recorrido un largo camino en términos de convertirse en una sociedad más tolerante, pero creo que eso no se refleja necesariamente en lo que estamos viendo en los medios de comunicación en este momento".
"Me preocuparía introducir el tipo de discurso que hemos visto [en el Reino Unido] y ese tipo de guerra cultural al espacio aquí."
“Creo que hemos visto un cambio realmente preocupante en la forma en que los medios de comunicación irlandeses informan sobre los problemas trans y definitivamente creo que están presentando puntos de vista que son antitrans o intolerantes, o que buscan incitar ese tipo de intolerancia en otros”.
Algunos argumentos han sido de origen local, como el caso de Enoch Burke; otros han dado un giro irlandés a los debates vistos en otros lugares, como las preocupaciones sobre lo que se les enseña a los niños sobre el género en un plan de estudios propuesto para Leaving Cert (el examen de finalización de la secundaria), o los temores sobre la legislación propuesta, como nuevas leyes contra el discurso de odio que tienen como objetivo proteger a las personas trans en Irlanda.
Los medios de comunicación que publican posturas de políticos que acaparan los titulares contribuyen a la creación de pánico moral.
Una táctica vista abundantemente durante la presidencia de Trump en los EE. UU., también ha sido adoptada por políticos irlandeses que han buscado hacerse un nombre a través del 'debate' trans.
En marzo, el diario Irish Independent informó que Paul Kehoe, un miembro independiente del parlamento (backbench TD), dijo en una reunión del partido Fine Gael que había recibido más correspondencia de sus electores sobre temas trans que sobre la prohibición de desalojo, (que expiraría en días) y que se necesitaba un debate más amplio sobre el tema.
Para poner contexto a esa afirmación, The Journal descubrió más tarde que los colegas ministeriales de Kehoe recibieron sólo un puñado de correos electrónicos sobre cuestiones trans y de género, en comparación con cientos sobre desalojos.
En historias como esta, la información no identificada o no validada relacionada con los temas trans a menudo se mantiene sin ninguna verificación. Como sucedió con un artículo que apareció en el Daily Telegraph del Reino Unido la semana pasada que repitió una afirmación infundada de Kemi Badenoch (quien pidió que el Colegio Rye sea investigado por el engaño del 'gato') sobre médicos que habían informado de un aumento en las infecciones entre las alumnas que se negaron a orinar en baños de género neutro.
Los medios de comunicación también han dado credibilidad a las personas y a los grupos anti-trans durante los debates sobre temas trans en Irlanda, lo que ha dado la impresión de que existe controversia o interés público por hablar sobre las personas trans, cuando la mayoría del público no lo cree.
El año pasado, la radio en vivo del medio RTÉ fue ampliamente criticada por dedicar una serie de episodios al tema de los problemas trans, en los que las personas que llamaron expresaron su preocupación sobre los espacios de las mujeres, la existencia de la identidad de género y los términos trans-inclusivos en la legislación (aunque el episodio también presentó llamadas de personas trans, padres de niños trans y simpatizantes de personas trans).
Entre los participantes en el debate se encontraba The Countess, un grupo irlandés TERF que ha hecho una campaña extensa sobre temas anti-trans y se ha apoyado en narrativas de desinformación sobre las personas trans, incluyendo que son peligrosas para las mujeres y los niños, que están tratando de obtener ventajas injustas en los deportes femeninos, y que los niños están siendo adoctrinados en la 'ideología trans'.
Los debates llevaron a la organización Dublin Pride a poner fin a su asociación con RTÉ por calificar la cobertura como "inaceptable y extremadamente dañina" para las personas trans en el programa.
Otros elementos que han comenzado a aparecer en los medios irlandeses se han importado directamente del extranjero, como preocupaciones sobre una "agenda trans" más amplia o debates sobre atletas trans que compiten en deportes femeninos.
A veces, estas historias reciben un giro irlandés, como cuando los medios de comunicación preguntan a los organismos deportivos irlandeses sobre sus políticas sobre las personas trans o encargan encuestas sobre personas trans y cuestiones de género.
Uno de los casos más destacados de este fenómeno en Irlanda se desarrolló en el debate sobre el encarcelamiento de Barbie Kardashian, una delincuente trans, en la prisión de Limerick.
En marzo, Kardashian recibió una sentencia de cinco años y medio por amenazar con torturar, violar y asesinar a su madre, semanas después de que surgiera un caso similar en Escocia que involucraba a una mujer trans llamada Isla Bryson, que había comenzado la transición después de ser acusada por violar a dos mujeres mientras aún se identificaba como hombre.
El caso de Bryson atrajo una reacción violenta significativa en el Reino Unido después de que se supo que fue enviada a una prisión para mujeres posteriormente a su encarcelamiento justo un mes antes de que Kardashian fuera sentenciada.
La controversia provocó en parte la renuncia de Nicola Sturgeon como Primera Ministra de Escocia y llevó a un cambio en la política del país para que los presos transgénero con antecedentes de violencia contra las mujeres ya no sean alojados en prisiones femeninas.
A raíz del caso Bryson, los comentaristas aquí comenzaron a usar el caso Kardashian para presionar al gobierno irlandés, con informes y columnas criticando la decisión de albergar a Kardashian entre las mujeres en Limerick.
Incluían columnas que usaban el término "hombre biológico", una frase que a menudo usan los grupos de extrema derecha y anti-trans para referirse al género asignado a las personas trans al nacer.
El sitio web irlandés conservador Gript, que publicó artículos sobre Kardashian en 2020 con su imagen y detalles personales, a pesar de varias órdenes judiciales que indicaban que no podía ser identificada en ese momento, publicó una serie de artículos con titulares como "¿Barbie Kardashian es una mujer?" .
El caso también mostró la simbiosis entre la política y los medios de comunicación, incluso en temas trans, con la cobertura de las respuestas de Varadkar (el Primer Ministro) y del entonces ministro de Justicia, Simon Harris, a las preguntas sobre si las mujeres trans deberían ser enviadas a prisiones para mujeres.
“Si la situación que surgió en Escocia ahora ha surgido en Irlanda, entonces vamos a tener que lidiar con ella de manera similar”, dijo Varadkar en ese momento, lo que generó varios titulares engañosos que afirmaban incorrectamente que él dijo que “los varones biológicos no deberían estar en las cárceles de mujeres”.
‘Espacios de mujeres’
La narrativa sobre Kardashian se ha basado en gran medida en el estereotipo identificado por EDMO de que las personas trans son miembros violentos de la sociedad, que a menudo es el subtexto (mensaje implícito) de las afirmaciones de los grupos anti-trans cuando expresan preocupaciones sobre los “espacios de las mujeres”.
Aunque Kardashian es claramente un individuo violento, la interpretación de los grupos anti-trans es que ella es representativa de las personas transgénero en su conjunto, en lugar de ser una excepción como otros criminales violentos no trans que son casos atípicos en la sociedad en general.
La narrativa más amplia sobre los espacios de las mujeres se basa en la sugerencia de violencia y desviación sexual, lo que alimenta la percepción infundada de que las personas transgénero están tratando de engañar a los sistemas sociales cambiando su género.
La idea generalizada de que no se puede confiar en las mujeres trans, porque cualquier mujer trans podría atacar aleatoriamente a las mujeres cis cuando están solas, con una implicación tácita adicional, no dicha, de que las mujeres trans no son mujeres reales.
Pero convenientemente, la narrativa ignora el hecho de que los datos oficiales muestran cómo la gran mayoría de las mujeres en Irlanda que han sufrido violencia sexual conocen al perpetrador.
Sin embargo, los políticos irlandeses y algunos medios de comunicación irlandeses amplificaron voluntariamente la narrativa de desinformación de que las personas trans eran violentas cuando discutían el caso de Kardashian, algunas de las cuales se centraron en afirmaciones de que su encarcelamiento en una prisión femenina era un peligro significativo para las mujeres "reales".
Aontú, un partido de oposición que también ha adoptado posturas conservadoras en temas como el aborto y la inmigración, también buscó sacar provecho lanzando un proyecto de ley que tenía como objetivo evitar que personas “nacidas como varones” fueran enviadas a prisiones de mujeres.
"Este proyecto de ley busca eliminar la amenaza de agresión o abuso sexual por parte de presos nacidos como varones en prisiones femeninas, al prever alojamiento y prisiones exclusivas según el sexo", dijo el líder del partido Aountú, miembro independiente del parlamento Peadar Tóibín, en un evento de lanzamiento del proyecto de ley en junio junto con con el grupo anti-trans The Countess (La Condesa).
En el evento de lanzamiento, The Journal pidió varias veces a The Countess y a Tóibín pruebas de que las mujeres corrían un mayor riesgo cuando estaban en prisión con personas transgénero. No se presentaron pruebas para respaldar la afirmación.
Kardashian no es la única mujer que ha sido condenada por un delito peligroso en Irlanda este año; tampoco es la única persona que se considera que tiene probabilidades de reincidir cuando termine su condena.
Sin embargo, la sugerencia más amplia era que ella –como mujer transgénero– estaba programada para atacar violentamente a mujeres “reales” y que se había aprovechado del sistema de justicia penal pretendiendo ser una mujer.
Se presentó como un caso de prueba contra todas las mujeres transgénero y, como un lobo con piel de oveja sin nada que contenga su ansia de atacar de nuevo, una amenaza potencial para todas las mujeres que tengan la mala suerte de estar cerca de ella cuando pudiera atacar.
Pero por legítimos que sean esos temores, son infundados en el caso de Kardashian: a principios de este año se informó que fue puesta en confinamiento solitario al ingresar a prisión y que está aislada de la población general.
Tal como están las cosas, las prisiones irlandesas no están definidas por ley como prisiones “masculinas” o “femeninas”, aunque esto no quiere decir que no existan secciones penitenciarias específicas para mujeres.
"Al llegar a prisión, todos los presos son llevados a la unidad de recepción/internamiento de la prisión, donde tienen la oportunidad de proporcionar detalles como parte del proceso de entrevista de internamiento", dijo un portavoz del Servicio Penitenciario Irlandés a The Journal.
“La evaluación de las necesidades del recluso puede requerir que el director de la prisión considere la legislación sobre género biológico, género legal, identidad de género, transgénero, expresión de género, orientación sexual o la legislación sobre el reconocimiento de género.
“El director también considerará los riesgos planteados, incluido cualquier riesgo para el propio prisionero y cualquier nivel de riesgo para otros prisioneros”.
El Centro Dóchas aloja a mujeres en la prisión de Mountjoy en Dublín, separada de la sección de hombres de la prisión; Limerick, donde se encuentra Barbie Kardashian, también alberga a reclusos masculinos y femeninos, aunque ambos se mantienen separados.
La política actual es que todos los presos internados sean alojados de acuerdo con su género legal.
Cuando se considera que un preso es violento con los demás, independientemente de su género, es poco probable que se mezcle con la población penitenciaria general, especialmente si existe el riesgo de violencia sexual.
El gobierno irlandés está considerando cómo abordar el problema en el futuro, y el Servicio Penitenciario Irlandés actualmente está redactando una política para el manejo de los presos transgénero en el Estado.
Dos pájaros de un tiro
El caso de Kardashian también es un buen ejemplo de cómo la dimensión internacional de las narrativas anti-trans en Irlanda impacta en ambas direcciones y perjudica a los movimientos de DD.HH. en diferentes países.
Cuando a los temas de conversación anti-trans se les da una dimensión irlandesa específica en las redes sociales, a menudo éstos mensajes son amplificados por medios extranjeros o cuentas de redes sociales y grupos de mensajería con sede fuera de Irlanda.
En el momento de la sentencia de Isla Bryson en Escocia, su caso atrajo titulares notablemente similares a los comentarios sobre Kardashian, tanto aquí como en el extranjero.
El caso de Enoch Burke, un maestro que fue despedido de su cargo en una escuela en Westmeath por supuesta mala conducta grave luego de una disputa por su negativa de dirigirse a un alumno trans con sus pronombres preferidos, también fue aprovechado por grupos internacionales y activistas anti-trans durante el último año.
Se publicaron versiones de la historia en la plataforma Reddit con titulares engañosos, mientras que una publicación popular de Facebook mostraba una foto de Burke con el título: "Profesor encarcelado por negarse a usar pronombres neutrales de género de estudiante".
No fue encarcelado por no utilizar los pronombres preferidos, sino por desacato al tribunal. Su suspensión de la escuela tampoco se debió a la cuestión del pronombre, sino al hecho de que supuestamente le había gritado al director de la escuela en público.
Cuando se trata de las redes sociales, los grupos vuelven a compartir narrativas o historias anti-trans de otros países con audiencias irlandesas, mientras que esas publicaciones, a su vez, son compartidas por cuentas del Reino Unido o los EE. UU.
Además de ayudar a reforzar una narrativa de desinformación que afirma que los problemas trans son parte de una conspiración internacional más amplia, también ayuda a atraer nuevos seguidores de fuera de Irlanda para crear la percepción de que el grupo tiene una influencia aún mayor.
También se agrega una capa de aparente legitimidad al hacer que ciertas narrativas anti-trans sobre Irlanda o relevantes para ella parezcan más populares aquí de lo que realmente pueden ser.
Ambas tácticas son visibles en las páginas de redes sociales de los grupos TERF en Irlanda, como The Countess, Women’s Space Ireland, Irish Women’s Lobby, All-Island Women’s and Children’s Coalition, ReSisters United y Natural Women’s Council.
Éstos grupos se pueden identificar por su uso del mismo lenguaje sobre cuestiones de género y personas trans, como "hombre biológico" en relación a Barbie Kardashian o "mujer adulta" para describir a las mujeres no transgénero.
The Countess, apareció en la radio en vivo del medio RTÉ, Liveline, el año pasado y contribuyó al lanzamiento del proyecto de ley del partido Aontú sobre los presos trans, y es quizás el grupo más grande de este tipo aquí.
Fundado en 2020 como un grupo autodenominado de "ciudadanos preocupados", pretende hacer campaña sobre cuestiones trans y también ha adoptado otros temores conservadores, como la legislación sobre discursos de odio que está entrando en rigor en Irlanda.
The Countess tiene miles de seguidores en las redes sociales y sus publicaciones son compartidas regularmente por cientos o miles de personas, muchas de las cuales son otras cuentas de TERF con sede en Irlanda o del Reino Unido.
El grupo también devuelve el favor publicando sobre personas transgénero o problemas en otros países, como las políticas del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido y las de British Rowing, o incidentes que involucran a personas trans que son reportados por medios extranjeros.
“Sería injusto sugerir que todos los críticos de los derechos de las personas trans comparten las mismas opiniones y agenda, pero hay un patrón general a nivel internacional que se replica aquí”, dice Eileen Culloty de DCU (Universidad de Dublin City) a The Journal. Ella destaca dos ejemplos de campañas recientes que movilizaron a activistas anti-trans en otros países antes de ser recogidas en Irlanda.
Una de ellas se produjo en forma de protestas recientes que tuvieron lugar dentro y fuera de las bibliotecas de toda Irlanda por los libros de información LGBTQ+ que se pusieron a disposición de los niños, y llevó a cerrar la biblioteca de la ciudad de Cork a finales de julio.
Al mismo tiempo, voces de extrema derecha y otras voces conservadoras montaron una campaña similar -que también incluyó protestas- contra un borrador del plan de estudios SPHE para estudiantes de Leaving Cert (un certificado de secundaria en Irlanda) porque sugiere la inclusión de referencias a la identidad de género.
“En términos de discurso y de enfocarse en planes de estudio escolares y las bibliotecas, el alarmismo y la desinformación en torno a las personas trans replica al movimiento contra los derechos de los homosexuales”, explica Culloty.
“En los EE. UU., los conservadores religiosos y políticos presentan a las personas trans como depredadores y una amenaza para los niños. Como estrategia, siempre es beneficioso enmascarar a una agenda con el manto de preocupación por la seguridad de los niños”.
“Es una buena manera de obtener apoyo y dificultar que los oponentes se defiendan. También ayuda a ciertos conservadores a avanzar en su agenda más amplia para controlar lo que se enseña en las escuelas”.
'Groomer' como insulto
Aoife Gallagher del ISD (Institute for Strategic Dialogue, Instituto para el Diálogo Estratégico) sugiere que la aparente preocupación entre los grupos anti-trans por las mujeres y los niños es simplemente un intento superficial de atacar a las personas trans.
"Los grupos que están en el centro del discurso anti-trans en Irlanda a menudo tienen un aire de legitimidad y se presentan como si simplemente estuvieran defendiendo los derechos de las mujeres o preocupados por los niños", dice.
"Pero si profundizas un poco más a menudo encontrarás que simplemente no creen que las personas trans deberían existir en absoluto".
Disfrazar el discurso anti-trans como preocupación por los niños juega con la narrativa de desinformación infundada de que los niños están siendo "adoctrinados" para convertirse en miembros de la comunidad LGBTQ+, o que los miembros de esa comunidad son pedófilos que son "groomers", o una combinación de ambos.
Gallagher ha escrito anteriormente sobre cómo algunos medios de comunicación, políticos y figuras influyentes han adoptado el insulto 'groomer' para atacar a las personas trans, después de haber sido utilizado durante años contra la comunidad gay.
Según ella, el insulto se ha utilizado para justificar ataques físicos a personas trans, así como para criticar la atención médica y la educación trans sobre cuestiones de género.
"Las personas involucradas en estas conversaciones son personas que no creen que las personas trans merezcan existir", dice.
"No están realmente en la posición de tener una conversación legítima sobre qué tipo de tratamiento debería estar disponible para los niños, porque tienden a pensar que las personas trans tienen enfermedades mentales".
Ésta narrativa sobre las enfermedades mentales evoluciona de forma similar a las afirmaciones que se han hecho sobre la homosexualidad durante décadas, que sugieren que ser gay es el resultado de un trastorno mental o que las personas pueden “curarse” de ser homosexuales mediante una terapia de conversión.
Ambas afirmaciones han sido utilizadas por grupos anti-trans, junto con otras que exageran engañosamente los casos de personas cuya salud mental se ha visto afectada como resultado de ser trans.
Esto a pesar de que múltiples estudios han demostrado un vínculo claro entre la atención médica y psicológica que afirma el género y una mejor salud mental y tasas más bajas de depresión y suicidio.
Una tendencia común de desinformación es vincular la afirmación trans con suicidios o intentos de suicidio a través de estudios falsos o mal interpretados.
Éstas afirmaciones sugieren que las tasas de suicidio entre los jóvenes han aumentado junto con las tasas de afirmación trans, o que las personas trans tienen tasas de suicidio más altas que la población general.
La táctica de vincular los suicidios trans con la afirmación trans es similar a la de quienes dicen que las vacunas Covid son peligrosas porque la gente ha muerto después de recibirlas.
Aunque no hay evidencia de que la intervención de salud en cada caso llevara directamente a la muerte de una persona, el hecho de que una persona muriera después de recibir una vacuna o someterse a una cirugía de afirmación se considera una “prueba” de que esto fue lo que causó la muerte de la persona.
Es imposible especular sobre las razones de una persona para quitarse la vida y, sin embargo, por la misma razón, también es increíblemente difícil refutar las afirmaciones de que una persona (que tal vez sólo sea conocida como un número en un estudio) lo hizo por una razón específica.
Otra táctica es presentar casos de personas que han dicho públicamente que se arrepienten de haber hecho la transición, un fenómeno legítimo aunque poco frecuente que afecta aproximadamente al 1% de las personas que lo hacen.
Un tema común entre los grupos anti-trans es la idea de la "confusión de género", en la que los niños que piensan que pueden ser trans simplemente tienen dificultades para aceptar la realidad, posiblemente porque se les enseña sobre las personas transgénero o porque están bajo su influencia.
Esto repite la aparente preocupación por los niños, a través de la sugerencia de que las personas transgénero representan una amenaza para los jóvenes con enfermedades mentales que podrían verse perjudicados al ser influenciados para hacer la transición.
Esto, por supuesto, ignora el hecho de que los niños pueden estar experimentando un empeoramiento de su salud mental porque se sienten atrapados en el cuerpo equivocado.
Al igual que Kardashian, estos casos se presentan como representaciones engañosas de todas las personas trans como una especie de advertencia sobre los supuestos peligros de ser transgénero.
Los grupos conservadores en Irlanda y en el extranjero han citado regularmente el caso de Ritchie Herron, un hombre británico que está iniciando acciones legales contra el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido después de que se sometiera a una cirugía de reasignación de género hace varios años.
Herron publica con frecuencia opiniones anti-trans en las redes sociales y ha hecho campaña para una investigación independiente sobre la seguridad de los tratamientos de reasignación de género del NHS (Servicio Nacional de Salud) para personas menores de 25 años, alegando que es "profundamente inseguro".
Los grupos anti-trans en Irlanda también han promovido documentales como Affirmation Generation, que contiene testimonios de personas que han dejado la transición para mostrar "la realidad" de lo que es la transición (sugiriendo que los medios de comunicación "están mintiendo" sobre el tema).
También ha habido desinformación sobre la Clínica Tavistock con sede en el Reino Unido, una instalación del Servicio Nacional de Salud Inglesa (National Health Service, NHS) que era la única clínica de Inglaterra que brindaba servicios de género para niños y jóvenes.
La clínica, a la que han asistido los niños irlandeses debido a la falta de servicios aquí, cerrará el próximo año después de que el organismo de control de la salud del Reino Unido la calificara como "inadecuada" y planteara "serias preocupaciones" en torno a su Servicio de Desarrollo de Identidad de Género.
Las investigaciones encontraron que muchos jóvenes remitidos a la clínica tenían problemas de salud mental complejos junto con su disforia de género, es decir, una desconexión percibida entre su sexo biológico y su identidad de género.
(Ésta nota periodística de The Guardian [5] explora los problemas específicos y complejos que llevaron al cierre de la Clínica Tavistock, incluida una crisis de contratación, decisiones controvertidas sobre las opciones de tratamiento y, en palabras del auditor del servicio, la pediatra líder Dra. Hilary Cass, el hecho de que “un modelo de proveedor especialista único no es una opción segura o viable a largo plazo teniendo en cuenta las preocupaciones sobre la falta de revisión por pares y la capacidad de responder a la creciente demanda”).
Desde que comenzaron a publicarse las preocupaciones sobre Tavistock, tanto la clínica como la práctica de permitir que los niños comiencen la transición se han utilizado como ejemplos para exagerar la narrativa de que todas las personas trans tienen enfermedades mentales.
La implicación más amplia de éste tipo de historias es que la mera posibilidad de convertirse en transgénero es un peligro social, porque las personas con enfermedades mentales, especialmente los jóvenes, pueden ser engañadas o atraídas a transicionar cuando no lo quieren.
Los testimonios de las personas que se arrepienten se promocionan sobre el 99% de las personas trans que no, y se los presenta como más confiables que las personas que sí han transicionado, a pesar de que ambos grupos están pasando por la misma experiencia.
La misma narrativa también ignora convenientemente el hecho de que muchas personas que desean transicionar, especialmente en Irlanda, tienen que esperar mucho tiempo para someterse a una cirugía o no tienen la capacidad de hacerlo.
“Tenemos una lista de espera de 10 años para la atención médica de afirmación de género en Irlanda para adultos, y no hay ningún servicio para los jóvenes”, dice Daire Dempsey de TENI.
En marcado contraste con quienes afirman que la transición pone en peligro la salud mental de las personas, Dempsey sugiere que no poder acceder a la atención médica es lo que pone en riesgo a las personas trans.
“Cuando tienes un país que no otorga a las personas trans el derecho a la atención médica, eso tendrá un gran impacto en términos del bienestar y la seguridad de las personas trans en Irlanda”, dicen.
“Es mucho más probable que te acosen en la calle o experimentes violencia, la mayor parte del tiempo, si eres más 'visiblemente' trans, es decir que limita cómo te expresas.
“Esas son preocupaciones de seguridad de la vida real para las personas que quieren vivir vidas genuinas y auténticas, incluso antes de entrar en las preocupaciones de salud mental [para esas personas]”.
'Adoctrinamiento'
En un sentido más amplio, todas las narrativas de desinformación anti-trans alimentan lo que, según EDMO, es la más común de las cinco narrativas anti-LGBTQ: que sugiere que el público en general está siendo “adoctrinado” o “coaccionado” a adoptar una “filosofía” LGBTQ+.
Bajo esta corriente de pensamiento, los intentos de crear conciencia sobre las personas LGBTQ y educar a las personas sobre la sexualidad son parte de un impulso de los gobiernos e instituciones liberales que forma una conspiración más amplia para imponer valores inclusivos en la sociedad, particularmente en los niños.
En Irlanda, los grupos anti-trans consideran que la aprobación de la Ley de Reconocimiento de Género en 2015 fue el momento en que esto comenzó y han pedido que se derogue ésta legislación, sin duda influenciados por críticas similares que se hacen en el Reino Unido contra sus leyes equivalentes.
Y si bien las afirmaciones de una "filosofía" trans se han utilizado como base para la difusión de mucha desinformación en línea y en los medios de comunicación, los efectos de esas narrativas falsas están comenzando a manifestarse cada vez más en la vida real.
Quizás la forma más destacada de esto se ha dado en las recientes manifestaciones de figuras de extrema derecha que han atacado bibliotecas de toda Irlanda, especialmente aquellas que han realizado eventos de narración de cuentos organizados por drag queens o que tienen libros que contienen referencias a lo queer y la identidad de género.
El cierre de la biblioteca de la ciudad de Cork el mes pasado se produjo después de que figuras de extrema derecha colocaran sin permiso una pancarta que decía "Solo hay dos géneros: masculino y femenino" en la entrada de la biblioteca.
Entre los asistentes se encontraban las destacadas figuras de extrema derecha Andy Heasman y Ross Lahive, quienes en las últimas semanas lanzaron una campaña de protesta de dos personas dirigida a bibliotecas y librerías en lugares como Dublín, Louth, Leitrim, Cork, Kerry, Mayo y otros.
La pareja afirma que los libros que educan a los jóvenes sobre la identidad LGBTQ+ están "adoctrinando" a los niños, y han comenzado a aparecer juntos en bibliotecas y tiendas con sudaderas con capucha verde esmeralda idénticas adornadas con el hashtag #ProtectChildhood (proteger a la niñez).
Dicen que están “salvaguardando el bienestar de los niños” al pedir que se retiren éstos libros y al entregar a los empleados “avisos de protección infantil” falsos por exponer a los niños a la “pornografía” en virtud de la Ley Children First (que establece los requisitos legales para que los servicios estatales protejan a los niños).
Las protestas a las que asistieron Heasman y Lahive muestran cómo las personas que critican la identidad de género se están vinculando con grupos políticos de extrema derecha, como los que han llenado sus redes sociales con debates anti-trans el año pasado.
En la protesta en Cork, los oradores hablaron sobre la "infiltración comunista" en Irlanda, mencionaron la teoría de la conspiración de la "ciudad de 15 minutos" y llamaron a los refugiados "estafadores", ninguno de los cuales son temas relacionados con los libros que se protestan, pero que se les dio un espacio en lo que fue una protesta aparentemente anti-trans.
Si bien numerosas bibliotecas, incluida Cork, han rechazado las llamadas para retirar los libros que son objeto de las protestas, las quejas anteriores llevaron a que un libro en particular, “This Book is Gay” (“Este libro es gay”) de Juno Dawson, fuera retirado de una lista de lectura de Children's Books Ireland en enero.
“El libro se publicó por primera vez en 2014 y se revisó en 2020”, explicaron. “Gran parte del contenido del libro sigue siendo valioso para los adolescentes LGBTQ+, sin embargo, algunos aspectos no reflejan el lenguaje actual más inclusivo que utiliza la comunidad LGBTQ+”.
"Aunque inicialmente se recomendó para lectores mayores de 15 años, hemos descubierto que el lenguaje y el tono se adaptan mejor a los adolescentes mayores y a los jóvenes fuera del ámbito de competencia de Children's Books Ireland, que va de 0 a 18 años".
Los partidos de extrema derecha en Irlanda también están tomando nota y están hablando más sobre los problemas trans, organizando mítines anti-trans que piden la protección de la "inocencia de los niños", como el pequeño evento que se llevó a cabo en Dublín el fin de semana pasado.
En la campaña previa a las elecciones locales y europeas del próximo año, en las que se espera que se presenten estos partidos, pueden terminar haciendo que los temas trans sean un tema de conversación entre sus candidatos.
Y como ha demostrado la cobertura de noticias en Irlanda y las tendencias en los EE. UU. en los últimos meses, eso a su vez puede significar que los políticos principales recojan aún más puntos de vista anti-trans y los publiquen en los medios nacionales.
Daire Dempsey de TENI dice que, en última instancia, esto pondrá a las personas trans, y a otros miembros de la comunidad LGBTQ+, en riesgo de diferentes maneras.
“Por un lado, existe un peligro muy directo por la creciente retórica anti-trans que se manifiesta en un aumento del acoso y la violencia contra las personas trans y todo tipo de personas de género diverso”, dicen.
“También podríamos ver que este tipo de retórica se convierta en una amenaza para las personas trans, específicamente para los jóvenes trans, en términos de su seguridad, igualdad y bienestar”.
También dicen que, de manera menos directa, afectará la forma en que las personas trans simplemente existen en el mundo.
“Podría manifestarse en restricciones o limitaciones sobre las libertades generales y las formas en que las personas trans podemos vivir nuestras vidas”, agrega Dempsey.
“Creo que en Irlanda, en muchos sentidos, es un buen lugar para ser trans. Solo me preocupaba la trayectoria que estamos viendo en otros lugares, y cómo podría llegar aquí”.
[ 1 ] Heteronormatividad es el concepto de que la heterosexualidad es el modo preferido o normal de orientación sexual. Asume el binario de género y que las relaciones sexuales y matrimoniales son más apropiadas entre personas de sexo opuesto.
[ 2 ] An Garda Síochána - Servicio de Policía Nacional de Irlanda
[ 3 ] Grooming indica acciones o comportamientos usados para establecer una conexión emocional con alguien menor de la edad de consentimiento y, a veces, con la familia de la potencial víctima, para reducir las inhibiciones del niño/a con el objetivo de abusar sexualmente de él o ella. Es usado para explicar patrones de comportamiento, para poder estudiarlos y detectarlos, y de este modo mantener a salvo a niños y adolescentes. Fue popularizado por el investigador Ken Lanning pero el uso actual, sacándolo de su verdadero sentido, está dificultando que se comprenda realmente que es y a su vez dificultando la prevención del abuso infantil.
Fuente: Stephen McDermott. 2023. Inside Ireland's culture war on gender: Why there's more debate on trans issues than ever before. The Journal. https://www.thejournal.ie/transgender-misinformation-spread-ireland-factcheck-6098952-Aug2023/
Ver más: https://twitter.com/AidanCTweets/status/1694227647507636559